Gauss, el príncipe de las matemáticas, se equivocó al enunciar su famosa teoría sobre cálculo de probabilidades denominada campana de Gauss. Se equivocó porque en Toledo lo acabamos de demostrar. Eso o un milagro, no se sabe bien. Ha habido una oposición de Auxiliar Técnico Educativo a la que se han presentado más de cuatro mil personas; en ella sólo cuatro han sido capaces de obtener la máxima nota, ningún fallo. Entre estas cuatro personas y el resto media un abismo de 8,5 puntos, ¡milagro! La presidenta del Tribunal, Teresa Gómez Basilio, ha invalidado la teoría de Gauss después de siglos. Esta teoría y la lógica dicen que entre cuatro mil personas alguien debería haber obtenido alguna puntuación intermedia, pero cuando nos las vemos con milagros… Hay quien habla de pucherazo, ¡incrédulos! ¿Sólo porque los cuatro primeros opositores residan en el mismo municipio que la presidenta del Tribunal, Talavera, tiene que haber habido filtración? Es pura casualidad que dos de esas cuatro personas sean cuñadas, y que dos de ellas, que yo sepa, trabajen o hayan trabajado en el mismo centro que la presidenta. No son pocos los que hablan de cierta amistad entre alguno de ellos y la presidenta, no obstante, seguro que se trata de los resentidos que no han sido capaces de aprobar. A ver, que demuestren que sólo por el hecho de ser paisanos, compañeros de trabajo, de sindicato incluso, y de conocerse, ya tengan que ser amigos. ¿Hay algún documento que lo demuestre?, ¿alguna fotografía en la que se les vea tomar cervezas o carcajearse juntos? Carcajearse, claro está, de los que no han podido sacar un diez como ellos, esto es el 99% de los opositores. Otro dato que hace todavía más milagroso el caso es que alguien haya sido capaz de sacar la máxima nota cuando, al decir de los entendidos, había más de cuatro preguntas más que dudosas. Quien habla de irregularidades se refiere, entre otros aspectos, al hecho de que se modificase la plantilla correctora definitiva sin dar explicaciones convincentes en un documento sin fecha, tal vez para que lo de interponer un recurso de alzada resultara difícil, no sé. Yo me quiero referir no al hecho de que ahora mismo haya más de cuatro mil personas con un palmo de narices, sintiéndose estafadas, sino a este cúmulo de circunstancias que han propiciado el milagro. Hay algún alto cargo de la Junta que no se termina de creer lo del milagro, y asegura que va a depurar responsabilidades. No me lo creo; en las anteriores convocatorias el cuñado del presidente del Tribunal sacó una de las primeras plazas, y una compañera de trabajo y amiga del presidente, lo mismo. Se denunció y no se hizo nada. ¿Para qué enturbiar los milagros? La suerte que tenemos este año los escépticos es que una cadena de televisión se ha interesado por este prodigio y dicen que vendrán a hacer un reportaje. A fin de cuentas no todos los días se producen milagros ni se le enmienda la plana a una celebridad matemática.
Lo anterior fue escrito meses atrás, y enviado a los medios de comunicación, así como a altos cargos de la Junta de Calamidades de Castilla La Mancha para que pusieran un poquito de interés en suceso tan milagroso. Como era época de elecciones se hizo algo de caso, algo, y como Pilatos, el responsable máximo se lavó las manos pasando el asunto a la fiscalía. El fiscal de Talavera, un prodigio, ya se verá, después de un tiempo, ha dictado el sobreseimiento provisional, que será definitivo porque no creo que nadie vaya a gastarse los cuartos en retomar una batalla contra gigantes. Los anteriores dirigentes socialistas tiraron balones fuera en este tema, como ha sido su norma habitual durante lustros; los actuales dirigentes populares ni siquiera han acusado recibo de las quejas, reclamaciones y denuncias habidas, como témome será su modus operandi a partir de ahora. Los sindicatos ni han movido ficha, cosa lógica, porque no es de su competencia defender los derechos de los trabajadores, sino no desairar a quienes les dan de comer (las cuotas sindicales son calderilla). Baste decir en este punto que desde el principio los sindicatos tragaron con todo sin decir oxte ni moxte, empezando por que no se contabilizaran los años trabajados por igual ni desde el principio, aceptando pulpo como animal de compañía cuando les colaron una consolidación de empleo en la que los méritos jugaban papel de comparsa, etcétera, etcétera.
De manera y modo que Lorena Martín de Bernardo Gudiel, Laura Arenas de la Cruz, Rafael Martín Carbonero y Carolina Arroyo González, han obtenido según documento público, los cuatro primeros puestos de la oposición gracias a un milagro, mientras no se de otra explicación más convincente. Ya es definitivo. Ellos no tienen culpa alguna. Nadie tiene culpa alguna, lo ha dicho la justicia. Ha sucedido algo imposible, hay una responsable, la presidenta del tribunal, Teresa Gómez Basilio, pero no se le exigen explicaciones, o si se le han exigido nos gustaría saber cuáles ha dado para que nos quedemos tranquilos. Dice la lógica, pero, sobre todo, la matemática, que ha habido filtración del examen. El examen sólo era conocido por la presidenta del tribunal, ergo… Conste que yo no estoy diciendo que la presidenta le diera el examen a su compañero Rafael para que tuviera más fácil aprobar y éste, a su vez, se lo pasara a los demás, si dijera eso me podrían denunciar y entonces el fiscal seguro que no dictaría auto de sobreseimiento. Repito que yo no estoy diciendo eso. Lo dice la matemática: cuatro personas no pueden sacar la máxima nota separadas de la quinta por un abismo de 8,5 puntos sobre la muestra que se trata de opositores presentados. Eso es imposible, repito. Pero lo que no dice la matemática y sí la lógica es que si esas cuatro personas son de la misma ciudad que la presidenta del tribunal y de un modo u otro están relacionadas entre sí, la imposibilidad se multiplica por mil, porque Talavera es una ciudad de muchos habitantes, y no todos se conocen entre sí, aclaro, por si las moscas. No quisiera colegir que los de Talavera son infinitamente más listos que el resto de castellano manchegos. El fiscal ha debido interpretar que a la presidenta se le cayó el examen y lo encontró alguien que, a su vez, por azares de la vida, conocía a uno de esos cuatro opositores y, sin saber exactamente de qué se trataba, pero relacionándolo con ellos, se lo entregó, de buena fe. O que los cuatro opositores hicieron una sesión de espiritismo en la que se les apareció un espectro benévolo que les sopló todas –no la mayoría, sino todas- las preguntas del examen. O que le robaran el examen a la presidenta y a ésta le diera vergüenza denunciarlo -¿por qué no?- y al final acabara, sin mala intención por parte de los interesados, en sus manos… Hay muchas explicaciones posibles, no sólo hay que pensar en cara dura, pero sí nos gustaría saber a cuál de ellas se ha agarrado el fiscal para sobreseer el asunto y así dejar de hablar de milagro. Yo no me he presentado a esa oposición, yo no he perdido tiempo ni dinero ni esfuerzo ni ilusión preparándome esa oposición, pero ha habido mucha gente que sí, en concreto hay cuatro personas que se han quedado sin plaza, mereciéndola, porque un ¿milagro? ha permitido que otras cuatro personas talaveranas ocuparan los puestos de cabeza.
Como ya sólo queda el derecho al pataleo, publico esto en mi modesto blog y lo envío a los medios de comunicación, trasladándole al programa de Cuatro que se interesó por el milagro toledano y que dijo aguardaría en tanto no hubiese resolución judicial, que ya tiene vía libre para sacarle los colores a quien corresponda. Débil consuelo, pero es que con esta clase política y judicial que tenemos, no hay otro.