SUPERSTICIONES.
La boda fue en octubre, y recuerdo que lucía un sol telarañoso. A la salida de la iglesia comenzó a diluviar y mi madre, que en gloria esté, musitó que en otoño sólo llueve y hace sol cuando se casa una bruja. Supersticiones, pensé.
Hoy, sesenta años después, caso a mi nieto con una de las hijas de aquella novia. Ella es la madrina, ¡y está embarazada!
Lo peor es que es octubre, hace sol y comienza a chispear en Móstoles.
#MostolesNegra.
0 comentarios