Blogia
Rincón de Ailene y Miguel Án

CONTRA LA CRUELDAD

CONTRA LA CRUELDAD

Sabina y otros tantos dicen que José Tomás es un artista. Otros cuantos y Serrat defienden que el toreo es arte. Yo no. Cindy, la americana de Tejas, decía no entender por qué llamábamos fiesta nacional a la tortura pública de un animal. El toro a veces boquea sangre, o de las heridas de las banderillas brota a borbotones. Y la gente aplaude y llama valiente al sumo hacedor de la salvajada. Si el torero se enfrentase al animal sin capote, sin espada, sin posibilidad de barrera, sin la ayuda de seis o siete matarifes más, sin haberle afeitado antes los cuernos a la bestia, o haberlo adormecido, habría más de duelo en el encuentro, pero no dejaría de ser una diversión obscena. No me gustan los toros, sólo cuando el bruto salta la barrera y cuando sale de los toriles. Y no voy a ser yo quien repita argumentos a favor y en contra de las corridas, son archisabidos. Pero sí digo que lustros atrás nadie consideraba de trogloditas tirar a la cabra desde el campanario. Esperemos que no tenga que pasar mucho tiempo hasta que caigamos en la cuenta de la bestialidad que encierran  las corridas de toros.

5 comentarios

Miguel Ángel -

Saludos para los cuatro, en especial para María, que es nueva por estas páginas. A Feli sólo tengo que decirle que no fue mi intención aportar argumentos concluyentes acerca de corridas sí, corridas no, únicamente manifestar mi absoluto rechazo hacia ellas. No creo que el toro de lidia se extinguiera si no existieran las corridas por el mismo motivo que no se extingue el tigre o el lobo o el quebrantahuesos.

Feli -

Te leo con asiduidad y suelo estar de acuerdo contigo en casi todo. Hoy no estoy de acuerdo con lo de los toros. Si nos negamos a admitir las corridas de toros porque sufren deberíamos negarnos a comer cualquier tipo de carne, porque los animales sufren cuando los matamos. Y otra cosa que no hay que olvidar, el toro de lidia se extinguiría si se prohibieran las corridas. Por lo demás, mis respetos.

María -

Hola Miguel, tú a mi no me conoces pero yo he oído hablar mucho de tí. Me llamo María y soy compañera de tu Pilar, tu mujer. Ella me animó a entrar en tu página web cuando me interesé por alguno de tus libros, y al encontrarme este artículo sobre la tauromaquia no he podido evitar expresarte mi total acuerdo con tu opinión. ¿Un país, que presume de desarrollado, puede permitir, debe permitir que se sigan torturando animales en nombre de "la fiesta nacional"? Las televisiones no pueden emitir determinados contenidos en horario infantil y en cambio las corridas de toros se emiten a las cinco de la tarde. Incluso, hay padres que llevan a sus hijos a la plaza. Conozco pocos espectáculos tan sangrientos como éste. Ójala se remuevan conciencias de quienes está en la mano cambiar nuestra imagen.

Un saludo

luciérnaga -

La duda ofende cuando álguien piensa que los que se encuentran a su alrededor comparten lo que él mismo considera como aceptado. En este caso no me ofende la tuya, claro que no, más bien me reconforta. Has dado en un punto clave de mis pesadillas cuando estoy despierto, las corridas de toros, por supuesto; pero no los toros, pues es tan grande mi admiración por éstos y por todos los otros animales, a excepción de aquellos que se visten con traje de luces, que los he de respetar e incluso defender de las mezquindades a las que los humanos parece que tanto nos hemos acostumbrado. Un fuerte aplauso te mando desde Galicia a tí, manchego por tener unas ideas tan claras en un lugar en donde la tortura se hizo algún día tradición. Verdaderamente sería más fácil el comentario desde aquí, tan al norte. Gracias Miguel Angel por acordarte en tus reflexiones de los que con su muerte llenan gradas y llenan los bolsillos de dinero manchado de sangre y trampas. Desde Galicia, y a veces desde Aranjuez, un saludo.

Rosa María -

A mí tampoco me gustan los toros, ni cualquier otra fiesta en la que se torture a cualquier animal. Me parece horroroso y por mí, mañana mismo podría desaparecer esa "fiesta nacional".
Un besito.