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Rincón de Ailene y Miguel Án

UN DÍA EN EL TORRICO

UN  DÍA  EN  EL  TORRICO

         Hace unos días nos fuimos a El Torrico, un pueblo toledano de la comarca de la Campana de Oropesa, cuyo ayuntamiento había tenido el acierto de convocar un concurso literario que se me concedió (esto último ya no sé si fue un acierto, aunque espero que sí). El premio fue importante y el motivo del viaje, pero reconozco que casi ocupó un cuarto lugar una vez que pisamos tierra torriqueña, si es que el toponímico acertado es este.

Se celebraban unas jornadas de los pueblos ribereños –bañados por el Tajo- y con esa excusa se montó un mercado medieval, una carpa con información de cada uno de los pueblos que integran la comarca, muestras de folclore y actividades varias. Lo que más me llamó la atención fue que toda la gente del pueblo se volcó en la preparación de esa jornadas. Tras la entrega de los premios literarios –en la que coincidí después de mucho tiempo con el prolífico Terrín Benavides- se sirvió agua de limón y dulces típicos de la zona a todos los asistentes, que no éramos pocos. Fueron los vecinos quienes prepararon la bebida y esas delicias (yo, en un primer ataque acabé con cuatro rosas –una especie de hojuelas con limón-, tres rolletes de sartén y dos pestiños, y dos vasos de agua de limón y uno de sangría), y ellos mismos las servían en grandes bandejas que parecían no tener fin. Fue el inicio de un día soleado en el que con la compañía de Rosi, Manuel y Ramón pudimos conocer un pueblo de gentes inusuales por su amabilidad y sencillez. Ramón ya nos había hablado antes de las excelencias de este pueblo, pero hasta que no lo vives no te das cuenta de que no exagera.  Ailene se lo pasó en grande montando en las colchonetas y limpiando, con la ayuda de Manuel y su vestido, el suelo de la Plaza Mayor. No le gustó tanto la visita a las caballerizas, a pesar de que los dos borriquillos que allí había parecían sacados de una estampa de los años cuarenta. Lo único que no pudo ser fue conocer a la novia de Luis Ávila, el teniente de alcalde, un personaje singular del que tengo que hablar más extensamente en otro momento. Ni eso ni acercarnos a las ruinas de la ciudad hispano musulmana de Vascos, a un tiro de piedra. En otra ocasión. Pues eso, que si tenéis ocasión, pasaos por El Torrico, que está lleno de buena gente.

2 comentarios

Font -

Hola, yo soy de Torrico pero vivo en Madrid, me alegro de que te gustara el pueblo. Un saludo.

Miguel Ángel -

Me alegro que te gustara. Soy madrileño pero toda mi familia es de allí.