Blogia
Rincón de Ailene y Miguel Án

LO QUE ME ACABA DE PASAR

Esta mañana ha venido una pareja de no sé qué compañía de seguridad aconsejándome instalar una alarma contra robos. Era bastante asequible, pero como su seguro no cubría los hurtos cometidos contra mis posesiones -exiguas, eso sí- por parte de políticos y asimilables, he declinado la oferta. Luego ha venido uno con un mono naranja (por indumentaria, aclaro) empeñado en hacerme la revisión del gas, porque es una "cosa seria y mu peligrosa y obligatoria". Le he preguntado que desde cuándo lleva intentando engañar a la gente -con otras palabras, claro, para que me contestara- y se ha ufanado de hacerlo desde hace ocho años, con lo cual he deducido que su poca vergüenza no es producto de la situación actual de crisis, lo que no lo disculparía, mas atenuaría la gravedad de su comportamiento. Entonces es cuando le he dicho que a mí no me iba a timar, y se ha pillado un rebote minino. Como me ha insultado he esperado a que llamase a los vecinos de enfrente, gente mayor, y nada más abrir les he dicho que la revisión que ofrecía ese señor no era la obligatoria, y que les iba a cobrar cinco veces más de lo estipulado. Aunque no me hubiese insultado habría obrado de igual modo. Acabo de cerrarle la puerta en las narices a otra chica que me ofrecía el oro y el moro si me cambio a Iberdrola. Ahora mismo están llamando a la puerta. Por la ventana veo a un señor anciano, de alopecia pronunciada y luengas barbas blancas. Lleva una túnica blanca hasta los pies y un manojo de llaves de tamaño considerable al cinto. Creo que es San Pedro, pero no le voy a abrir. ¡Ea!

0 comentarios